Una vez más esta crónica tiene poco de nuevo. Y tiene poco de nuevo porque el marcador del título lo dice todo, porque seguimos sin saber a qué jugar, fruto de todas las circunstancias ya sabidas, y porque somos el punto de inflexión de todos los equipos que necesitan con urgencia la victoria.
Viajamos a Dolores de Pacheco con todas las ilusiones de hacer un buen partido y llevarnos la victoria, pese a las bajas de los lesionados y la ausencia de Juanfra que hacía que la diferencia de altura se agrandara aún más entre los dos equipos, y que dejaba el choque en un 8 contra 12. Con Larry tocado de la rodilla, Diego recién salido de una lesión y el que escribe con las eternas dolencias en el pecho tras la gripe, el físico se notó más que nunca. La Ermita nos clavó un 13-0 inicial que ya empezaba a poner las cosas dificiles. La ventaja siguió aumentando y el equipo no pudo más que conseguir 30 tristes puntos que desvelan la principal carencia, que sigue estando en el desorden y la falta de ideas para atacar la canasta rival. Aunque atrás también faltó intensidad, frente a un equipo cuyo acierto no es de los mejores del grupo, pero que eran superiores a nosotros a lo ancho y a lo largo, y claro, si les dejas, pese a la veteranía de sus jugadores te pueden hacer un roto aunque no tengan su día. Y lo hicieron.
Ahora no queda más que levantar la cabeza, aunque estemos colistas con 5 derrotas y 0 victorias y nos hayan ganado ultimamente de 40 de promedio, y empezar de cero. Pensar en que la competición descansa para nosotros hasta dentro de un mes, ya que el partido del próximo fin de semana previsto en casa ante Salesianos va a quedar aplazado para fechas posteriores. En enero volverá Agustín de la lesión que no le ha dejado empezar la temporada, y esperemos contar algún partido también con Sosa, si se recupera de su rodilla, así como con alguna otra incorporación de los jugadores de la temporada pasada. Mientras tanto, hay que pensar en la receta para este equipo, que no es otra que entrenar y entrenar para empezar a saber a qué jugamos tanto en defensa como en ataque y tomarse en serio la preparación física cada uno por su cuenta para estar preparado para correr 40 minutos sin parar, y sobre todo, no desanimarse y pensar en echar el resto en cada uno de los partidos que nos quedan.
Aupa Lua!
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