PULPI 56 LUMBRERAS 71: ¡PRIMERA VICTORIA!… PERO CON SABOR AGRIDULCE

La crónica del Lua, por José David Millán.

30 de abril de 2009. El entonces llamado “Ortopedia Lumbreras CB Lumbreras” se impone 69-52 al C.B.E. Fortuna en el partido de ida de los octavos de final del playoff por el ascenso de 2ª Autonómica. Aunque una semana después el conjunto lumbrerense caería eliminado de esa lucha, aquel equipo en el que jugaban los actuales técnicos Santi Pérez y Antonio Quiñonero, o el capitán Domingo Millán, entre otros, lograba la última victoria en competición del CB Lumbreras.

Ha tenido que pasar más de un año y medio para volver a celebrar un triunfo; para recibir de nuevo el acta rosa que acredita a los ganadores. Fue el pasado domingo en la cancha del CB Pulpi, de donde a pesar de la larga espera para llevarnos esa alegría, el que escribe que se estrenó de entrenador, y creo (o espero) que alguno que otro más, nos marchamos con la sensación de haber presenciado el peor partido de los nuestros de cuantos llevamos hasta ahora. Y fue así, a mi juicio, porque se salió a la cancha sin la exigencia necesaria para afrontar un encuentro de esta categoría, con la “certeza” de que el partido estaba ganado sin jugarlo. Y, desde luego, si algo no le puede fallar a un deportista es la actitud y las ganas. Poner todo lo que tiene para al menos intentar conseguir la victoria. El resultado, 55-71 a favor, puede parecer más que positivo, pero si uno ve el partido, y no simplemente los resultados de la página de la Federación como “Pikotis2”, sabe que con el máximo respeto a Pulpi, y no porque se llevaran 100 puntos de diferencia ante San José y Salesianos (los dos primeros), este encuentro debía haberse afrontado con la misma actitud que frente a San José por ejemplo, y haber cosechado un triunfo más amplio.

No obstante, el primer “mea culpa” lo entono yo en nombre del cuerpo técnico, por lo menos en el mío propio, ya que la exigencia, la organización y la manera de jugar de este equipo tiene que partir de quienes lo entrenan. Y esa exigencia ha de abarcar desde la convicción para todos los miembros del CB Lumbreras de que hay que hacer más esfuerzos para ir a entrenar los miércoles y que no valen excusas salvo fuerza mayor, pasando por hacer un entrenamiento como hay que hacerlo los viernes y no convertirlo en una pachanga (ya que es el único día en que estamos todos), hasta una cuestión tan sencilla como llegar todos juntos al pabellón el día del partido, y al menos una hora antes para hacer un calentamiento coherente y no jugar de cualquier manera. Son aspectos básicos a resolver de forma urgente para que este nuevo proyecto sea lo serio que merece, y no convirtamos esto en un círculo vicioso, donde la motivación de los jugadores baje porque la exigencia del entrenador es mínima, o sea el técnico (un puesto conflictivo que nadie quiere pero a cuyos responsables voluntarios, al igual que a los jugadores, hay que agradecer mucho) al que le pueda la desgana porque no ve implicación de la plantilla. Aquí todos estamos porque queremos, poniendo mucho tiempo y recursos porque nos gusta, y es primordial que rememos todos en la misma dirección, y sobre todo, que disfrutemos con el baloncesto.

Quizá esté ahí la clave como decían algunos el pasado domingo, en disfrutar, en no salir con tanta tensión a la pista que tras producirse el salto inicial nos haga sentir agarrotados, nos anule, y parezca que estamos parados, que los otros juegan solos. Recuerdo y admito que nunca he sido un gran jugador, más bien mediocre (por eso me dedico a otras cosas), pero siempre salía a echarle todo lo que podía (por eso también hacía tantas faltas) y cada vez que podía sonreír lo hacía: con los compañeros, con los rivales e incluso con el árbitro. Es un deporte, es el que me gusta y para mí es también una fiesta; siempre por supuesto con la concentración y la auto exigencia adecuadas para jugar.

El partido ante Pulpí era precisamente para eso, para disfrutarlo porque sabíamos que éramos mejores, pero disfrutarlo jugando con intensidad, con cabeza y haciendo correctamente las 4 cosas que sabemos hacer, no jugando de forma anárquica y bajando los brazos al final. La empanada del primer cuarto acabó con 11-11, mientras que llegamos al descanso con ventaja de 23-30. La arenga del descanso pareció fructificar (como siempre los terceros son nuestros mejores cuartos) y tan sólo defendiendo al hombre arriba, con más intensidad, y moviendo un poco más el balón en ataque, buscando a Juan y Paco abajo, nos fuimos al último cuarto con el encuentro sentenciado (32-53). Simplemente con más actitud, manteniendo gran parte del cuarto el cinco con los hombres veteranos (Juanda, Domingo, Paco y Juan) y Dani, penetrando y provocando personales (aunque nuevamente tuvimos un desencuentro con los tiros libres) el tema estaba hecho. Y como estaba resuelto, el último cuarto se lo regalamos a Pulpi, que se impuso con un parcial de 24-18, y que se hinchó a tirar y a meter (por pura estadística) unos cuantos triples sin ninguna oposición lumbrerense, además de coger todos los rebotes y balones divididos que cordialmente les regalábamos. Al final, 55-71, en un partido cuyo vídeo no entraría en ninguna escuela de baloncesto, y para más "inri", al “show” contribuyó el único árbitro del partido (la federación no recibe multa por no disponer a los dos colegiados reglamentarios); el aguileño Chuecos, que el año pasado le metió 5 partidos de suspensión a nuestro entrenador Santi, y que sigue igual temporada tras temporada. Una actuación la suya acorde con el partido, señalando una técnica a nuestro capitán por protestar, y luego dejando pasar el exagerado comportamiento del entrenador local o las reiteradas protestas de los jugadores pulpileños. En definitiva, un partido para la reflexión, para sacar conclusiones y para ponerse a trabajar en todos los aspectos desde extradeportivos a técnicos y tácticos, desde el primero hasta el último componente de este CB Lumbreras. El próximo partido recibiremos a Salesianos, contra el que habrá que mostrar una imagen muy distinta para poderles plantar cara… Habrá que defender al límite y tener un mínimo criterio en ataque, no dejarlo todo a la improvisación, además de estar con gran intensidad tanto los titulares como los del banquillo. Intensidad pero disfrutando de lo que se hace al mismo tiempo. Es posible, os lo aseguro. Hay mucho margen de mejora y seguro que lo vamos a conseguir. Por lo menos ya tenemos la primera victoria: una motivación más y una presión menos. ¡ Lua!.

PDA.: Esta crónica refleja la visión personal del que la escribe, y no pretende acercarse a la unanimidad, sino a cómo yo ví el partido, esta vez desde la privilegiada posición de entrenador (aunque acepto críticas, es más, prefiero que las haya). El objetivo siempre es hacer una crítica constructiva, que sirva para mejorar un poco cada día, para ver nuestros fallos y nuestros aciertos. Es por ello (por haber ejercido de entrenador) también por lo que no puedo poner estadísticas, ya que no se puede estar en todo. Gracias por la comprensión.

C.B. PULPÍ (56)
Quinteto inicial: Gerez, M. – Zydrunas, A. – Romera, S. – Guevara, F.M. – Parra, B.
También jugaron: Cabezas, L.F., Pérez, J.C., Rodríguez, S., Pérez, S. y Cáceres, A.J.

CB LUMBRERAS (71)
Quinteto inicial:
9. Antonio MIÑARRO
19. JUAN DAVID Pernías
18. DANIel Giménez
13. PACO Valera
11. JUAN José Montalbán
También jugaron:
7. DOMINGO Millán
12. FRANcisco José Casal
6. JUAN FRAncisco Blaya
8. JOSÉ Martínez
15. ÁLVARO Morales
10. CARLOS Robles
17. José Ramón “ERRE”

Delegado de equipo con funciones de entrenador: José David Millán
Entrenador: Antonio Quiñonero


Parciales: 11-11, 12-19, 9-23, 24-18
Marcador final: CB Pulpí 56 CB Lumbreras 71


Incidencias: Encuentro correspondiente a la Tercera Jornada de la temporada 2010-2011 de la Liga Regular “A” de 2ª Autonómica masculina murciana. Unos 20 espectadores en las gradas del Pabellón La Legua de Pulpí. El árbitro del partido fue Belzunce, A. El CB Lumbreras jugó con la baja de José Ramón “Erre”, mientras que Carlos Robles volvió tras cumplir dos partidos de sanción, aunque no pudo presentar licencia sino DNI por responsabilidad de la FBRM.