Después de perder por 19 puntos y de ser la séptima derrota en otros tantos encuentros, cualquiera que lea esta crónica y que no siga al equipo (como tantos anónimos que nos insultan por ahí) diría que estoy mal de la cabeza, ciego o yo que sé tras ver el titular: "esto promete". Pero es que esa es la sensación que se me quedó tras el partido, ya en frío, tras pasarse el cabreo por la derrota. Y es que podemos decir con la cabeza bien alta que el resultado del encuentro del pasado sabado ante La Unión es engañoso e injusto visto lo visto sobre la cancha.
Ante el máximo favorito del grupo a principios de temporada, el Lumbreras dio la cara en todo momento y sólo se rindió en los últimos minutos del partido cuando ya no se podía hacer nada. La reacción del conjunto lumbrerense se vio desde el inicio, apoyado por las ultimas incorporaciones de Santi y Agustín, que le dieron al equipo ese punto de cabeza y de garra que quizá le faltaba en lo que va de temporada. No obstante, los de La Unión también mostraron desde el inicio cuales iban a ser sus bazas en este encuentro: triples y balones a mansalva al pivot debajo del aro. En el primer tiempo la estrategia le salió bien al conjunto unionense, que se fue con ventaja de 11 puntos a los vestuarios, aprovechando la debilidad de la zona local y la superioridad en el rebote, una costante en todo el partido, ya que los hombres entrenados por Antonio Quiñonero apenas pudieron coger 20 balones en defensa y en ataque en los 40 minutos. Una distancia mínima que en el tercer cuarto quedaría en tan sólo 4 puntos, gracias al empuje de los jugadores de Lumbreras, apoyados más que nunca por la afición y por un banquillo hiper motivado y apoyando a muerte a sus compañeros y hermanos sobre la pista. Aunque los tiros costaba una vida que entraran, e incluso para los tiros libres tampoco era el día, la defensa individual salió por una vez y puso en problemas a unos asustados jugadores visitantes que veían como se les podía escapar un partido que estaban seguros de poder llevarse con facilidad, sobre todo a base de triples, aunque no les entraran todos los que quisieran. Este fue el aspecto más negativo de los lumbrerenses, ya que no supieron parar los lanzamientos desde 6,25 y de tener suerte los de La Unión, la derrota podría haber sido mucho más abultada. No se puede dejar que un especialista como los que tienen ellos se tire 10 o 15 triples absolutamente solo.
Llegados al último cuarto en el coliseo lumbrerense se creía en la victoria, en dar la campanada por fin, ya que aunque aún no se le ve un equipo hecho a este Lumbreras, por fuerza, sacrificio y coraje la merecían. Y pudo haber sido si no se hubieran escapado a los pocos minutos los unionenses en el marcador, gracias a algún que otro triple inverosímil, alguna que otra personal más que discutible y a que el bajón que en otros partidos experimentaron los lumbrerenses en el fatídico tercer cuarto, en este llegó justo al final, y se contagió a la grada y al banquillo, ue son los que quiza debían empujar en ese momento. Ya a la desesperada, no salía nada porque ya no se jugaba con cabeza sino con corazón. Había que jugarse triples que no entraron, y finalmente el marcador reflejó esos 19 puntos de diferencia, que a juzgar por lo visto sobre la cancha, fue un excesivo castigo para los locales, que en el próximo encuentro habrán de dar el plus necesario para conseguir la primera victoria y así poder celebrar todos juntos ese anhelado triunfo.
Ante el máximo favorito del grupo a principios de temporada, el Lumbreras dio la cara en todo momento y sólo se rindió en los últimos minutos del partido cuando ya no se podía hacer nada. La reacción del conjunto lumbrerense se vio desde el inicio, apoyado por las ultimas incorporaciones de Santi y Agustín, que le dieron al equipo ese punto de cabeza y de garra que quizá le faltaba en lo que va de temporada. No obstante, los de La Unión también mostraron desde el inicio cuales iban a ser sus bazas en este encuentro: triples y balones a mansalva al pivot debajo del aro. En el primer tiempo la estrategia le salió bien al conjunto unionense, que se fue con ventaja de 11 puntos a los vestuarios, aprovechando la debilidad de la zona local y la superioridad en el rebote, una costante en todo el partido, ya que los hombres entrenados por Antonio Quiñonero apenas pudieron coger 20 balones en defensa y en ataque en los 40 minutos. Una distancia mínima que en el tercer cuarto quedaría en tan sólo 4 puntos, gracias al empuje de los jugadores de Lumbreras, apoyados más que nunca por la afición y por un banquillo hiper motivado y apoyando a muerte a sus compañeros y hermanos sobre la pista. Aunque los tiros costaba una vida que entraran, e incluso para los tiros libres tampoco era el día, la defensa individual salió por una vez y puso en problemas a unos asustados jugadores visitantes que veían como se les podía escapar un partido que estaban seguros de poder llevarse con facilidad, sobre todo a base de triples, aunque no les entraran todos los que quisieran. Este fue el aspecto más negativo de los lumbrerenses, ya que no supieron parar los lanzamientos desde 6,25 y de tener suerte los de La Unión, la derrota podría haber sido mucho más abultada. No se puede dejar que un especialista como los que tienen ellos se tire 10 o 15 triples absolutamente solo.
Llegados al último cuarto en el coliseo lumbrerense se creía en la victoria, en dar la campanada por fin, ya que aunque aún no se le ve un equipo hecho a este Lumbreras, por fuerza, sacrificio y coraje la merecían. Y pudo haber sido si no se hubieran escapado a los pocos minutos los unionenses en el marcador, gracias a algún que otro triple inverosímil, alguna que otra personal más que discutible y a que el bajón que en otros partidos experimentaron los lumbrerenses en el fatídico tercer cuarto, en este llegó justo al final, y se contagió a la grada y al banquillo, ue son los que quiza debían empujar en ese momento. Ya a la desesperada, no salía nada porque ya no se jugaba con cabeza sino con corazón. Había que jugarse triples que no entraron, y finalmente el marcador reflejó esos 19 puntos de diferencia, que a juzgar por lo visto sobre la cancha, fue un excesivo castigo para los locales, que en el próximo encuentro habrán de dar el plus necesario para conseguir la primera victoria y así poder celebrar todos juntos ese anhelado triunfo.
Tras el partido, y pese a no poder celebrar la victoria, hubo cena en el Bocadillón con las parejas de algunos jugadores, entrenador, ex jugadores (Piernas), delegado equipo junior (Sergio), presidente y alguno sin pareja como el que escribe (FOTO DE LA CRÓNICA), chupitos a tutiplen y posterior cerveza en los bares.
Aunque no suelo hacerlo, en esta ocasión analizaré uno por uno a los jugadores del Lua, ya que esta vez si pude hacerlo más detenidamente al no jugar. Lo hago desde mi modesa opinión y espero que nadie se me enfade:
4 Manolo: estuvo en el banquillo apoyando a su equipo, y aunque no jugó, se mostró orgulloso de la cara ofrecida por el Lua, y con ganas de aprender al lado de sus compañeros. Es insultantemente joven y tiene un futuro prometedor.
5 Santi: cerebro del juego local. Un entrenador sobre la pista y el punto de calidad que le faltaa al equipo. En algunos momentos el colegiado, Chuecos (cuya actuación no voy a valorar) llegó a desquiciarle y se fue del partido. Cuando coja la forma se verá su verdadero nivel.
6 Larry: se le puede criticar porque no puede con su alma a veces, que le falta un punto de sangre para imponerse en la zona (es el pivot más corpulento de la categoría), pero a su manera, cumplió. Puso en problemas a la defensa rival y buscó el aro más que otras veces, cuando tiende a salir hacia afuera. Con confianza y mejor estado de forma nos puede dar muchas alegrías.
7 José David: siempre es dificil valorarse a uno mismo, pero es posible hacerlo de forma objetiva. No jugué, y con todo merecimiento, ya que lo primero el mister es el que manda, y lo segundo creo que todos los que salieron debían jugar antes que yo. Como tengo mitad alma de entrenador, mitad alma de hooligan, no paré de animar e indicar cosas a los compañeros en pista desde el minuto 1 al 40. Así acabé: con un tirón en la parte posterior del muslo cuando Larry nos pusó a 4 puntos y la garganta echa yesca. Si hubiera jugao no hablamos de la posible lesión...
8 Jose: hizo todo lo que pudo con los gigantes de la zona unionense. No estuvo muy acertado en el tiro pero cumplió en defensa.
9 Agustín: es la entrega personificada. Tenía tantas ganas de jugar que sus lastimados ligamentos lo pagaron al final. Lo dio todo desde el inicio y aportó muchísimo en ataque y en defensa. Solo hay que esperar que se recupere totalmente y coja la forma para volver a ser el crack que es.
10 Domingo: como siempre, las dos caras. Si Agustín es la entrega personificada, éste no se queda atrás. El ideólogo del proyecto Lua 09-10 se dejó el aliento en la cancha, aunque no fue su día con el aro. Eliminado con 5 faltas por el polémico Chuecos, incluida la antideportiva tradicional, se dejó la voz desde el banquillo para apretar por la victoria.
11 Diego: también estuvo en el banquillo apoyando a su equipo, y aunque no jugó, los apoyó en todo momento. En los entrenamientos está de 10, y si se tranquiliza en los partidos, dará un salto cualitativo en su progresión. Más futuro.
12 Fran: disfrutó de muchos minutos y supo responder con la calidad que le caracteriza apoyando a Santi en la construcción del juego. Consiguió sus puntos aunque se chocó con una zona de demasiados centímetros a la hora de penetrar como le gusta a él. Mucha clase.
13 Juanfra: otro bipolar. Coge más rebotes que nadie y se mata como nadie (por eso comete tantas personales), le da al equipo mucho cuando el balón está en el aire y se lleva la mayoría de las luchas, pero se le resisten los aros y ha de practicar bastante el tiro. Tiene un gancho importante que cuando entran las canastas te echas las manos a la cabeza pero también cuando las falla y salen pedradas, ya que tiene tantas ganas de encestar que a veces se le olvida que hay 24 segundos para atacar. Tiene un problema con los entrenamientos, ya que se juega como se entrena. Si entrenas lo justo, pues...
14 Álex: también estuvo en el banquillo apoyando a su equipo, y aunque no jugó, fue de los que más apoyó a sus compañeros. Hace equipo y sabe cual es su papel y lo cumple debidamente.
15 Dani: llegaba cansado al partido tras haber jugado por la mañana y se le notó. Pese a todo, fue importante para romper la zona con penetraciones, y a la hora de mover el banquillo. Anotó sus puntos. Es muy joven aún pero debe pensar grupalmente, ya que este es un deporte de equipo. Cada uno suma lo que puede y hace lo que sabe por que gane el equipo. Si entiende esto y se tranquiliza, llegará lejos.
Quiño (entrenador): indicó cuando debió hacerlo y chilló cuando fue oportuno. Quizá debió mover algo más el banquillo cuando se veía cansados a algunos jugadores y estaban tocados otros como Agustín, pero estuvo bien, ahora los que tenemos que responder a las instrucciones básicas de como jugar que nos da somos nosotros. Al igual que el presi, a su lado siempre apoyando. Gabi estuvo también de crack.
AUPA LUA!!!
PDA.: Perdón por no poner fotos del partido, pero las de mi cámara no me las lee de la tarjeta el ordenador. A ver si lo soluciono un día de estos porque si no es una látima con el camarón que me regalaron mis colegas, jeje.
6 Larry: se le puede criticar porque no puede con su alma a veces, que le falta un punto de sangre para imponerse en la zona (es el pivot más corpulento de la categoría), pero a su manera, cumplió. Puso en problemas a la defensa rival y buscó el aro más que otras veces, cuando tiende a salir hacia afuera. Con confianza y mejor estado de forma nos puede dar muchas alegrías.
7 José David: siempre es dificil valorarse a uno mismo, pero es posible hacerlo de forma objetiva. No jugué, y con todo merecimiento, ya que lo primero el mister es el que manda, y lo segundo creo que todos los que salieron debían jugar antes que yo. Como tengo mitad alma de entrenador, mitad alma de hooligan, no paré de animar e indicar cosas a los compañeros en pista desde el minuto 1 al 40. Así acabé: con un tirón en la parte posterior del muslo cuando Larry nos pusó a 4 puntos y la garganta echa yesca. Si hubiera jugao no hablamos de la posible lesión...
8 Jose: hizo todo lo que pudo con los gigantes de la zona unionense. No estuvo muy acertado en el tiro pero cumplió en defensa.
9 Agustín: es la entrega personificada. Tenía tantas ganas de jugar que sus lastimados ligamentos lo pagaron al final. Lo dio todo desde el inicio y aportó muchísimo en ataque y en defensa. Solo hay que esperar que se recupere totalmente y coja la forma para volver a ser el crack que es.
10 Domingo: como siempre, las dos caras. Si Agustín es la entrega personificada, éste no se queda atrás. El ideólogo del proyecto Lua 09-10 se dejó el aliento en la cancha, aunque no fue su día con el aro. Eliminado con 5 faltas por el polémico Chuecos, incluida la antideportiva tradicional, se dejó la voz desde el banquillo para apretar por la victoria.
11 Diego: también estuvo en el banquillo apoyando a su equipo, y aunque no jugó, los apoyó en todo momento. En los entrenamientos está de 10, y si se tranquiliza en los partidos, dará un salto cualitativo en su progresión. Más futuro.
12 Fran: disfrutó de muchos minutos y supo responder con la calidad que le caracteriza apoyando a Santi en la construcción del juego. Consiguió sus puntos aunque se chocó con una zona de demasiados centímetros a la hora de penetrar como le gusta a él. Mucha clase.
13 Juanfra: otro bipolar. Coge más rebotes que nadie y se mata como nadie (por eso comete tantas personales), le da al equipo mucho cuando el balón está en el aire y se lleva la mayoría de las luchas, pero se le resisten los aros y ha de practicar bastante el tiro. Tiene un gancho importante que cuando entran las canastas te echas las manos a la cabeza pero también cuando las falla y salen pedradas, ya que tiene tantas ganas de encestar que a veces se le olvida que hay 24 segundos para atacar. Tiene un problema con los entrenamientos, ya que se juega como se entrena. Si entrenas lo justo, pues...
14 Álex: también estuvo en el banquillo apoyando a su equipo, y aunque no jugó, fue de los que más apoyó a sus compañeros. Hace equipo y sabe cual es su papel y lo cumple debidamente.
15 Dani: llegaba cansado al partido tras haber jugado por la mañana y se le notó. Pese a todo, fue importante para romper la zona con penetraciones, y a la hora de mover el banquillo. Anotó sus puntos. Es muy joven aún pero debe pensar grupalmente, ya que este es un deporte de equipo. Cada uno suma lo que puede y hace lo que sabe por que gane el equipo. Si entiende esto y se tranquiliza, llegará lejos.
Quiño (entrenador): indicó cuando debió hacerlo y chilló cuando fue oportuno. Quizá debió mover algo más el banquillo cuando se veía cansados a algunos jugadores y estaban tocados otros como Agustín, pero estuvo bien, ahora los que tenemos que responder a las instrucciones básicas de como jugar que nos da somos nosotros. Al igual que el presi, a su lado siempre apoyando. Gabi estuvo también de crack.
AUPA LUA!!!
PDA.: Perdón por no poner fotos del partido, pero las de mi cámara no me las lee de la tarjeta el ordenador. A ver si lo soluciono un día de estos porque si no es una látima con el camarón que me regalaron mis colegas, jeje.
2 comentarios:
Un abrazo Alex, y animo. Salva, de los martes Baños.
Gracias por todo el apoyo que me aveis dado espero seguir aportando mucho mas a este equipo porque se lo merece. Espero que pronto nos encontremos con una victoria para dedicársela a mi abuelo (padre).arriba Lua.
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